De título provocativo y quizá un poco obsceno, me he dado a la tarea de analizar paso a paso la decantación de los poemas de amor, eróticos y de cautiverio en los amantes que ya no están más.
¿Qué hay después de un rompimiento?, piensan muchos enamorados con mente apabullada.
1.¨L'amour c'est fini...et puis?¨ (¿El amor ha acabado y después?)
2. Qué vaivenes tan intrigosos los de aquellos superhéroes derrotados. La X se vuelve una cruz algo inclinada de su recién pasión fallecida, al menos en la tipografía.
3.Hay una muerte mayor en el alma después de quizá muchas pequeñas muertes placenteras.
4.La excitación va separándose ahora con mucho cuidado en el cerebro astuto pero confundido.
5.La cita, la espera, el maravilloso encuentro, esa ansiedad ha desaparecido. La citación...antes tan dichosa, ahora es una ausencia, un sueño del pasado.
6. Luego, viene el rencor de las manos limpias y la conciencia sucia. ¡Ha muerto!
7. La excitación ya no es excitante, es un intento de escapismo a la herida sangrante. Es un torniquete de vida entintado de placer. Pero placer burdo, inconstante.
8. Luego, el enamorado piensa en su tristeza: la muerte, ¡oh grande y salvadora!
Y he aquí el paso final:
9. Atravieza con un cuchillo su alma y se saca la sangre coagulada de sus rencores, de su desencanto y su miedo. Así pasa a la otra vida, a otro ciclo o a un trauma psicológico.
21.9.10
5.3.10
¿Por qué nos gusta defender verdades que no conocemos?
Si bien es cierto que incongruentemente pero muy probablemente no hay verdades absolutas, los seres humanos no deseamos en ninguna medida encontrarnos sobre bases arenosas y valles de ignorancia. Para nosotros es más conveniente subirnos a esas montañas de conocimiento que supuestamente son más seguras y apegadas a la realidad, haciendo múltiples inferencias sobre esos valles obscuros de los cuales no se sabe ni se conoce, pero se sospecha.Y...si es la sospecha la clave de la construcción del conocimiento, podríamos erradamente creer que mientras más sospecha más conocimiento.
El conocimiento es fugaz, la duda es constante, eso sí, pero y ¿qué hay de la fe? Cuántas veces no hemos visto que las personas defienden ciertas ideas o a ciertas personas con la convicción de que ellos son "algo" positivo. La fe que es la mente persuadiéndose a sí misma para darse certeza y en cierta forma, permitirse estar correcto. Pero no presumamos que la fe es algo ilógico, es más bien, algo coherente para ensamblar nuestros pensamientos, no en el aire, sino en algo real y absoluto. Claro está que para muchos socratianos, seguidores de Bauman y Lipovetsky, vivimos en la incertidumbre...entonces, ¿por qué aferrarse a la defensa apasionada de lo que no conocemos? si lo que creemos conocer en realidad no es ninguna certeza absoluta
El conocimiento es fugaz, la duda es constante, eso sí, pero y ¿qué hay de la fe? Cuántas veces no hemos visto que las personas defienden ciertas ideas o a ciertas personas con la convicción de que ellos son "algo" positivo. La fe que es la mente persuadiéndose a sí misma para darse certeza y en cierta forma, permitirse estar correcto. Pero no presumamos que la fe es algo ilógico, es más bien, algo coherente para ensamblar nuestros pensamientos, no en el aire, sino en algo real y absoluto. Claro está que para muchos socratianos, seguidores de Bauman y Lipovetsky, vivimos en la incertidumbre...entonces, ¿por qué aferrarse a la defensa apasionada de lo que no conocemos? si lo que creemos conocer en realidad no es ninguna certeza absoluta
14.2.10
¿Y si no te digo que te amo el 14 de febrero?
En México y quizá en el mundo, existan dos categorías grosas de personas en el Día de San Valentín: los primeros, han de honrar al angelito, comprándole regalos( detallitos o detallotes) a su amor, o su pareja actual; los segundos han de resignarse a decir que el amor en San Valentín es un amor falso y construído por la mercadotecnia.
Al margen de ambas corrientes, analicemos que los primeros se pueden dividir en subgrupos grosos: los que siempre aprovechan la ocasión para dar regalos o recibirlos, ensimismados en su mundo de fantasía y miel, fomentan la celebración de su unión en el día designado para ello y todos los demás; y por otro lado, están los que escogen en 14 de febrero para salir de la rutina y atreverse a algo más en sus relaciones amorosas. Y hago acento en las relaciones amorosas, porque la amistad no es el tema central de San Valentín.
Todos estamos, sin embargo, expuestos a la constante privatización del amor y al sexo democrático. ¿A qué me refiero? Digamos que el día 14 de febrero se vuelve el día exclusivo de los enamorados románticos que se desviven por complacer a su "otra mitad", a la salida del sol, se abre la pista a los dulzones, acaramelados y cursis. ¿El discurso? "Compra aquí, salgan acá, lleven esto y demuestren su amor, un regalo dice más que mil te amos, cantidad supera calidad el día de hoy, bla bla bla". En la noche, por otro lado, está el más precario de los inventos humanos: la democracia, y sí, ésta se ejerce a puerta cerrada con el pudor escurriéndose por la frente y la demás piel. El sexo se envejece pero no muere como el amor y aún así, no hay un Día del Sexo.
El sexo sí, a manos llenas y sin remordimiento, pero la consagración a un sólo día del Amor, puede que nos vaya indicando a qué tipo de sociedad nos apegamos. Una sociedad donde la hipocresía de puritanismo nos va haciendo insensibles al verdadero sentido de las grandes palabras, como: Amor, Amistad, Paz...Una sociedad que se avasalla entre tantos corazones tristes para figurar uno sólo feliz y gozoso. Una sociedad que se escuda detrás del "calidad y no cantidad" cuando en realidad vende lo contrario: poco amor, mucho sexo. Una sociedad que se dice progresista y prefiere difundir valores prehistóricos y naturales, como dogmas que no pueden alejarse de la civilización, de la misma manera en que se dice que llevamos la barbarie en nuestras venas. "Sexo", dice el televisor. Mas...hoy 14 de febrero dice:"Amor". Pero...¿a qué amor se refiere? ¿Al amor consumista que exige compras, o al amor insoluto que se concreta en una fiesta universal?
Finalmente, yo quisiera saber: ¿y si no te dicen que te aman el 14 de febrero, tomarás represalias?
Al margen de ambas corrientes, analicemos que los primeros se pueden dividir en subgrupos grosos: los que siempre aprovechan la ocasión para dar regalos o recibirlos, ensimismados en su mundo de fantasía y miel, fomentan la celebración de su unión en el día designado para ello y todos los demás; y por otro lado, están los que escogen en 14 de febrero para salir de la rutina y atreverse a algo más en sus relaciones amorosas. Y hago acento en las relaciones amorosas, porque la amistad no es el tema central de San Valentín.
Todos estamos, sin embargo, expuestos a la constante privatización del amor y al sexo democrático. ¿A qué me refiero? Digamos que el día 14 de febrero se vuelve el día exclusivo de los enamorados románticos que se desviven por complacer a su "otra mitad", a la salida del sol, se abre la pista a los dulzones, acaramelados y cursis. ¿El discurso? "Compra aquí, salgan acá, lleven esto y demuestren su amor, un regalo dice más que mil te amos, cantidad supera calidad el día de hoy, bla bla bla". En la noche, por otro lado, está el más precario de los inventos humanos: la democracia, y sí, ésta se ejerce a puerta cerrada con el pudor escurriéndose por la frente y la demás piel. El sexo se envejece pero no muere como el amor y aún así, no hay un Día del Sexo.
El sexo sí, a manos llenas y sin remordimiento, pero la consagración a un sólo día del Amor, puede que nos vaya indicando a qué tipo de sociedad nos apegamos. Una sociedad donde la hipocresía de puritanismo nos va haciendo insensibles al verdadero sentido de las grandes palabras, como: Amor, Amistad, Paz...Una sociedad que se avasalla entre tantos corazones tristes para figurar uno sólo feliz y gozoso. Una sociedad que se escuda detrás del "calidad y no cantidad" cuando en realidad vende lo contrario: poco amor, mucho sexo. Una sociedad que se dice progresista y prefiere difundir valores prehistóricos y naturales, como dogmas que no pueden alejarse de la civilización, de la misma manera en que se dice que llevamos la barbarie en nuestras venas. "Sexo", dice el televisor. Mas...hoy 14 de febrero dice:"Amor". Pero...¿a qué amor se refiere? ¿Al amor consumista que exige compras, o al amor insoluto que se concreta en una fiesta universal?
Finalmente, yo quisiera saber: ¿y si no te dicen que te aman el 14 de febrero, tomarás represalias?
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