23.6.09

Entre el ser y el deseo

Encontré este texto entre poético y filosófico en un cuaderno del año pasado. Aún creo que el proceso de saber quién soy es imposible en tanto que no se puede conocer algo que no "es" permanentemente. Bien, aquí el texto:


Dibujar tus sueños entre el ruido visual de la realidad es complicado. Pero más complicado es, fijar la atención en lo que nos interesa, en lo que soñamos. Pues, para poder conocer aquello que nos inquieta y aspiramos, es indispensable detenerse a pensar. O mejor dicho, a sentir, a analizar y después discernir.

¿Cómo saber que me gusta más el color marrón que el verde? ¿Cómo saber que el ámbar me despierta y el morado me arrulla? ¿Cómo saber qué tipo de hombre me gusta si en realidad no conozco a ninguno? O ¿qué mujer ser cuando tengo una borrosa impresión de lo que soy?

¿Existe una ley que me exija ser yo por siempre? ¿Es que no puedo ser alguien más? Pues no soy completamente, cuando ya dejo de ser. Y no sé tampoco quiénes son los demás. ¿Serán acaso espectros incompletos de su devenir? O ¿espejos impregnados de todo lo que soy? Quiero decir, ¿reflejarán su espectro a partir de mi líquida imagen? Sí, de mí, eterno capullo del deseo y la incertidumbre.

Ya una tarde de estas me he propuesto dejar de sonreír y tan sólo mirar con ojo agudo. Y no puedo evitar mirar con tentación las sonrisas de los otros. Sonrisas amorfas y coartadas de mero sentido existencial. Ya se me ha ocurrido olvidar esto y mirar más allá, pero sólo encuentro vicio per-vertible en cualquier equinoccio. Ya no se me antoja vivir. Pero…¡Alto! No tengáis la falsa impresión de que me suicidaré o que deseo morir. Sólo deseo no vivir dentro o fuera de las reglas…

11.6.09

El Pájaro Azul, la otra mirada...

Puede que Rubén Darío tuviera razón sobre el pájaro azul. En realidad todos tendríamos metido en el cerebro algún pájaro azul que deseara ser libre y el único camino a liberarlo sería la muerte. Como lo hace el protagonista, con un disparo en la cabeza. Así entonces liberaríamos nuestro pájaro azul, ése podría ser el verdadero propósito de la vida. Sin embargo, me comenta un amigo que “entonces el aborto sería el camino al cielo”. A lo que le respondo que dudaría mucho eso porque el feto no tendría conciencia de que tiene un pájaro azul dentro de su cabeza y no tendría la intención de liberarlo.

Ahora bien, el feto… ¿Qué piensa? ¿En qué ocupa su mente si es que tiene mente? Yo respondo que creo que aquello que piensa debe basarse en sensaciones pues es lo que le es más lógico hacer ya que no ha abierto los ojos. No se ha contaminado. Y quizá sea mejor que permanezca sin mirar tantas cosas, sin la contaminación visual que tenemos al momento de ser concebidos. Seríamos acaso más puros, más “nosotros”, menos “ellos”. Esa caja negra de la que tanto hablan los psicólogos podría ser en realidad nuestro “yo” más puro. Ése que dejamos del lado al insertarnos en el mundo como individuos de una sociedad, un individuo que se le exigen ciertas conductas, uno más…