Ella dice: Regresa...
Él dice:..
Momento. No dice nada. Ella suspira. Entre la enredadera de los brazos se sabe preferida. No única, sólo mimada. Se violenta en esquivas miradas de deseo. Se entrecortan sus caricias pero no por ser menos sinceras. Son tímidas, marginales, cuasi-invisibles al alma. Es un juego donde se apuesta la lengua, el vientre y las manos, inmensa relación de objetos rupestres.
Piensa excitado él con un leve mareo en la moral, en su cálculo ideal de los eventos futuros. La teoría de juegos se vuelve un baile flexible de feromonas.
Él no dice. Él toca...él aprisiona...
17.2.11
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1 comentario:
Es un abusado...
Adal.
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